El resultado ha sido un buen rato de ilusión y el oir cantar "Navidad, Navidad, dulce de Navidad..." cada vez que pasa por el pasillo.
Le encanta cambiar las bolas de sitio y yo sin tener que preocuparme de la electricidad... Veamos cómo lo solucionamos cuando sea más grande.
El tamaño es el que él mande, la ubicación, la que venga mejor, y las horas de juego están aseguradas...
FELIZ NAVIDAD!!
Lo próximo será una corona... a ver si la hacemos y termina colocándose...
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